En mi experiencia personal conocí Córdoba desde que tengo uso de razón. Y no se convirtió en mí simplemente un lugar para veranear o disfrutar del invierno sino más bien una adicción, un lugar donde me gustaría vivir. Pero a mi idea no la ayuda solo fruto del hermoso paisaje del que les hablo, sino también la ayuda mi familia, los parientes que viven ahí y que me hacen extrañar ese lugar mas y mas.
Genera en mi una cierta adrenalina, desde Buenos Aires espero con ansias el día del viaje, y una vez que estoy arriba del auto, tengo todas mis maneras (después de tanta experiencia) de que el viaje se me haga mas corto. Primero es importante saber que contas con un muy buen conductor, en este caso: papá. Es común y algo mas que normal decidir leer o estudiar en esas horas de viaje, pero a mi personalmente me ocurre que me da dolor de panza, entonces opto por mirar el descampado, ver la ruta, pensar a donde es que se dirige cada auto y con que fin. La compañía influye mucho, cuando viajo sola con mis papás acostumbro a dormir o simplemente escuchar música y pensar. Por lo contrario, buscó recrear mi mente con algún juego ya sea crucigramas, el juego de las canciones, seguir la oración, etc. O compartir una agradable charla con la familia, disfrutando de unos mates y bizcochitos que solemos comprar en Baradero.
3 comentarios:
Cuando leí esta entrada realmente me sentí muy identificada. Yo tampoco puedo leer cuando viajo porque me mareo, entonces trato de dormir, pero generalmente no puedo, así que empiezan los juegos con palabras, el insoportable "sí-no-blanco-negro", armar oraciones con palabras sueltas y memorizarlas, "un barquito viene lleno de...", y viendo qué CD se puede poner de la manera más democrática posible. Cuando los viajes son largos, como pasa de Buenos Aires a Córdoba, el viaje puede volverse realmente insoportable (y resulta indispensable la plena confianza en el conductor que termina acalambrado de piez a cabeza, y se hace necesaria la rotación de conductor). Se empieza a repartir comida y mate o café, de puro aburrimiento. Entonces al dueño del auto la cae la gota gorda por la frente pensando en todas las miguitas que van a quedar por todo el auto, o peor aún, en una posible mancha de algún líquido en medio del tapizado. Y se habla de todo un poco, las mismas conversaciones resurgen una y otra vez, y cuando no se sabe más de qué hablar, a alguien se le ocurre preguntar "¿cuánto falta para llegar?", que es lo peor que se puede preguntar en un viaje. Pero una vez que se llega, uno se da cuenta de que en verdad valió la pena la espera, que en realidad no fue tan mala, y al ver un paisaje tan hermoso como el de Córdoba, todo esto queda olvidado.
Conozco Córdoba de punta a punta.
Mi tío paterno, y su familia, junto con mi abuela paterna viven en Villa Carlos Paz. Desde muy chica voy, y tengo muchos recuerdos. Por lo general, ivamos todos los primos, y quizá amigos de las familias, en carabana para Córdoba.
Siempre mis papás o mis tios (porque a veces haciamos intercambio de autos, es decir, mis primos viajaban un tramo con mis papás y viseversa, o yo iva al auto de ellos) nos relataban todo el viaje "estamos entrando a Jofre, el primer pueblito de Cba." etc...
Es una provincia muy linda, en cualquier temporada.
Y sobre todo me encanta la paz que hay a la mañana cuando te levantas.
Si no conocen Córdoba, y tienen la oportunidad de ir, se los recomiendo. No pueden dejar de ir.
Suerte chicos.
Y me llamo mucho la atención, y por supuesto me gustó, que hayan valorado territorio nacional.
me encanto el blog, especialmente esa famosa roca con forma de zapato, me recordo una foto que tengo ahi...
suerte con el blog
esta muy bueno
**flor**
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